Fútbol Argentino
El FÚTBOL ARGENTINO se ha destacado históricamente por ser un centro generoso y notable en el desarrollo de oportunidades futbolísticas.
Así innumerables esperanzas e ilusiones del juego se convierten en orgullos y honorables ejemplos destacados de nuestro más popular de los deportes.
Esta perpetua cuna de inmensa geografía, aprovecha su innegable valor educativo, formativo y progresivo, para entusiasmar y motivar a la mayoría de nuestros menores, en tantos espacios, a conducir su tiempo libre y sus ilusiones, en la práctica de este invalorable juego hecho deporte: EL FÚTBOL.
Niños y jóvenes participando con solidaridad y respetando las reglas, unidos por la recreación, con un mismo fin y disfrutando del esfuerzo y vigor necesario; templan a diario esos matices en pos de ser futuros hombres de bien para el deporte y la sociedad.
A lo largo y a lo ancho del país, es justo distinguir a tantos idóneos del medio: ENTRENADORES, COLABORADORES, etc. que han sustentado su paso por el fútbol infanto-juvenil en pleno compromiso y ejercicio de los principios básico de gestión: Vocación, Capacidad y Dedicación.
Siendo así aptos y ejemplos, para la instrucción y vida deportiva de los chicos.
Seguramente con el tiempo, reciben el grato reconocimiento de aquellos a los cuales ha brindado su mejor y racional aporte para su evolución deportiva amateur y/o profesional como lo más importante para su formación social, intelectual y moral; garantizando junto a la ineludible e impostergable educación escolar.
Es decir, una amalgama de estímulos que ennoblecen a los anónimos maestros, que privilegian tanto el espíritu lúdico del niño como el afán educativo e instructivo.
Es esencial destacar la pionera organización de competencias de DIVISIONES INFERIORES por parte de la AFA, desde los albores de su labor.
Esto motivó a similares competencias, hoy difundidas en todo el país, dispuestas por parte de las “Ligas del interior” dedicadas tanto el Fútbol Juvenil como al Fútbol Infantil.
De esta manera acreditamos a nuestro país de un caudal demográfico y competitivo admirable e inigualable a nivel internacional.
Así, numerosos clubes del interior y de la elite del fútbol argentino, sustentan e impulsan el apoyo e importancia de sus divisiones menores, conocedores de la vitalidad y futuro de las mismas.
Por, suerte, distinguidos ejemplos marcan el camino de la actividad sin olvidar las ansias de jugar y las justas y honestas intenciones de los chicos por evolucionar y crecer junto al fútbol.
Promoviendo así figuras destacadas a nivel mundial de este deporte, beneficiarios de la relevante labor de los responsables avocados a tal función en las instituciones que alientan a la organización y continuidad de sus divisiones inferiores.
Un DEPARTAMETO DE FÚTBOL AMATEUR de toda institución interpretando y valorando la esencia de las necesidades e ideales que convergen en el ÁREA DEL FÚTBOL INFANTO-JUVENIL, incursiona a través de sus servicios y eventos en este medio, con claros propósitos y máxima responsabilidad.
Delineando una Programación y Gestión enfocada a alcanzar la eficacia y eficiencia necesaria y anhelada con aquellos que acompañan en el desafío de conquistar Objetivos propuestos de común acuerdo, en el marco de la mutua elegibilidad, suscripto a través de la conveniencia y Estructura de trabajo reconocida en diferentes ámbitos y en virtud de la ideal, vasta y avezada trayectoria.
Un protocolo de prestaciones, privilegia la protección del desarrollo deportivo del jugador en común respeto a su formación, entorno y desarrollo.
Identificando los pasos del proceso progresivo del jugador de fútbol, en el tránsito de la: SELECCIÓN, FORMACIÓN Y PROMOCIÓN; El Pensamiento y trabajo realizado, guarda convencida intención de trascender, proponiendo: “Actitud Deportiva”, “Aptitud Futbolística” y el “Espíritu Competitivo”.
En la percepción de ser útiles a los deportistas y al medio me uno con quienes, con respeto, responsabilidad y honestidad, valoran las virtudes de los participantes, en la verdad de que este complejo trayecto no resultará complicado, sino adecuado y viable, siempre y cuando los responsables cumplan su rol con prestigio y deseos de superación, con la satisfacción de servir a la victoria de los objetivos y a las ilusiones de los nobles y esperanzados jóvenes futbolistas.